La inteligencia artificial para niños no se trata solo de tecnología, sino de prepararlos para el mundo que ya está aquí. Enseñarles desde pequeños cómo funciona la IA -de forma lúdica, ética y creativa- les permite comprender las herramientas que usarán en su vida diaria, desarrollar pensamiento crítico y despertar curiosidad por resolver problemas. A través de proyectos divertidos como crear imágenes, videos o historias con IA, los niños aprenden a usar la tecnología con propósito, responsabilidad y confianza, convirtiéndose en creadores del futuro, no solo consumidores de él.